Análisis de la vandalización de la estatua de Francisco I. Madero hecha por Javier Marín

En la siguiente imagen se ve a un hombre levantando la mano derecha, montando sobre un caballo, el cual tiene la pata delantera izquierda levantada. Es la estatua de Francisco I. Madero hecha por Javier Marín, que se colocó en 2010 a un costado de Bellas Artes, por los festejos del Centenario de la Revolución Mexicana,[1] pero está grafiteada de la parte de abajo con colores morado, rosa y rojo.



El género de esta obra es “escultura ecuestre”, que son estatuas que frecuentemente conmemoran líderes militares o jefes de Estado, para enfatizar simbólicamente su rol de liderazgo, y se remontan históricamente a la fundación de Roma por la clase ecuestre.

En este caso, se está conmemorando a Francisco I. Madero, empresario y político mexicano, que se proclamó contra el gobierno de Porfirio Díaz, evento que suele considerarse como el inicio de la Revolución mexicana en 1910, y la estatua representa a Madero conduciendo al pueblo a la democracia.
La posición del caballo tiene significados específicos. En este caso, el caballo tiene alguna de sus dos patas delanteras levantadas, lo cual significa que su jinete murió por las heridas causadas por la guerra, pero no murió en el campo de batalla. Aquí ocurrió un error, pues Madero murió por otra causa, no por heridas causadas en la guerra, pero, aun así, la estatua conserva su valor conmemorativo y de homenaje a Madero.[1]

Otro dato importante es que junto con la estatua se colocó una cápsula del tiempo que contiene varios objetos del año 2010, la cual será abierta hasta el bicentenario de la revolución en el 2110.
La estatua fue realizada en bronce, y es curioso que haya sido colocada al lado del palacio de Bellas Artes, pues éste fue comisionado por Porfirio Díaz, quien fue derrocado durante la Revolución.

Esta estatua fue grafiteada en la pasada marcha del 8 de marzo del 2020, en la cual marcharon miles de mujeres exigiendo derechos básicos como no ser asesinadas ni violentadas, y que esos delitos no se queden impunes. Además de la estatua, grafitearon otros monumentos y edificios históricos, pero recuerdo que cuando vi esta estatua (durante la marcha), no me molestó, al contrario, me generó una experiencia estética, me gustó, me pareció que había un simbolismo allí.

Lo anterior se confirmó cuando vi que el propio autor apoyaba esta “vandalización”, escribiendo lo siguiente en su Instagram: “¡Bien!, por eso se instaló sin pedestal, para que el ‘Padre de la Democracia’ fuera parte de las manifestaciones sociales y democráticas. Ojalá se quedara así como testimonio de esta protesta”, lo cual me parece bastante atinado, pues aunque no sé si las autoras de esta “vandalización” estaban pensando en todos los simbolismos que hay detrás, definitivamente los hay.

Por ejemplo, uno que yo encuentro es que durante la Revolución (cuyo símbolo podría ser Madero), se realizaron muchísimas violaciones a mujeres, por lo que los grafitis podrían representar una denuncia de este hecho. Ya que, aunque la Revolución, para muchos representa liberación de la dictadura de Porfirio Díaz y el camino a la democracia, no podemos olvidar toda la violencia que esta liberación trajo con ella; y el que lo grafitis sean de colores morado, rosa y rojo, sí remite a una protesta femenina.

¿Qué otro simbolismo encuentran ustedes?



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